«Fin de semana agridulce. Estábamos demostrando una velocidad como para estar en el top 10 y todo el mundo estaba interesado con nuestro potencial para la carrera, pero en la Q2 se rompió el motor y fuimos condicionados a la carrera.
En el warm up es muy difícil saber cómo va a funcionar, el motor se comportó diferente en carrera y, pese a dar mi 100% para adaptarme, fue difícil. Aun así, satisfechos de haber podido demostrar la velocidad que demostramos y ahora toca disfrutar en casa y seguir mejorando». (Álex Escrig)
